El otro día me preguntaron si seguía teniendo el blog

Y tuve que entrar en mi antiguo ídem porque realmente no recordaba si lo tenía o si lo había eliminado.

Efectivamente, sigue estando.

Y fui a eliminarlo pero es que en el fondo me da mucha penica pero también es cierto que lo de "las gatas bla bla bla..." resulta de un cursiñoño que no puedo con mi vida, he decidido retomar por enésimamente mi blog de Reflexiones Superprofundas, esta vez con el nombre original de cabecera, este que a mi me mola y sé que a vosotros también ejem ejem...

Probablemente pensaréis que soy una veleta ajjjquerosa, que no me aclaro, que un día dices que vuelves y es mentira bla bla bla y luego os dejo colgados.

Palabrita del niño jesús (que lo escribo en minúsculas por esto que no es en contexto religioso, Sr Dios no se enfade usted) que me ape muchísimo volver a escribir no sé si porque en el fondo es que me encuentro muy sola y no tengo a nadie a quién contarle mis cosas, probablemente sea eso fíjenseustedes.

Porque eso de sentirse solo es muy chungo. Y las circustancias de la vida me han llevado a tener un círculo social bastante limitado, y esto de contarle las rayadas siempre al mismo pues como que agota ya mucho, tanto a una servidora como al susodicho que le toca escuchar, así que lo siento mucho por ustedes queridos futuros lectores que les va a tocar la perra gorda.

Mismamente, que vamos hablando.